Se trata de una de las primeras sentencias que da la razón a las familias monoparentales. El Tribunal Supremo tendrá la última palabra
Un juzgado de lo social de San Sebastián ha reconocido por primera vez el derecho de una agente de la Ertzaintza que cría sola a su bebé a disponer de las 10 semanas de permiso de paternidad que le corresponderían al otro progenitor. La sentencia le ha dado la razón al entender que existe una «conculcación del derecho a la igualdad» si no se concede este permiso a las familias monoparentales como si estuviesen compuestas por dos miembros. La magistrada insiste en que las víctimas son los niños, que pueden pasar menos tiempo con su madre y, por tanto, sufren una «clara merma» en su «atención, cuidado y desarrollo» respecto a los que crecen en una familia biparental. En 2019 había en España 1,8 millones de hogares monoparentales.
Se trata de una sentencia de largo recorrido. Apenas hay tres fallos similares en Baleares, Sevilla y Galicia. Pero también hay al menos una resolución en Valencia en el sentido contrario. La última palabra la tendrá el Supremo, que sentará jurisprudencia. Pero para M., la ertzaina de Gipuzkoa que se decidió a recurrir a los tribunales, ya es una gran victoria. «Esta sentencia abre camino. Hay una nueva realidad social. Cada vez hay más familias monoparentales. El modelo de sociedad está cambiando. Y esta resolución supone hacer efectiva la verdadera igualdad. No quedarse sólo en la teoría», explica esta madre.
La ertzaina tuvo a su niña en marzo del pasado año. Decidió recurrir la negativa del Instituto Nacional de la Seguridad Social a concederle el permiso en octubre. Lo hizo de la mano de la asociación Euspel al entender que se trataba de una discriminación. Ella consideraba que debía poder disfrutar de las 16 semanas de permiso que tendría su pareja. Y ahora el juzgado de San Sebastián acaba de darle la razón parcialmente.
No le concede las 16 semanas que le corresponderían al padre, ya que las primeras seis han de utilizarse tras el parto. Pero sí entiende que debe disfrutar de 10 semanas adicionales que, además, podrá organizar compatibilizándolas con los periodos de trabajo y de libranza. Más o menos, según las necesidades de su hija.
La sentencia basa gran parte de su razonamiento en un fallo similar del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que establecía dos meses de permiso adicionales. Los jueces consideran que, en estos casos, debe prevalecer la «protección del menor y en general de la infancia». Consideran los magistrados que, si no se les conceden los mismos permisos a las familias monoparentales, se está vulnerando el derecho a la igualdad recogido en la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
Al estar menos con sus padres, se «merma la atención» de los pequeños, pero además se introduce un «sesgo que quebranta el desarrollo del niño, al quedar atendido menos tiempo y con menor implicación personal» que los hijos de los núcleos biparentales. El fallo también aprecia «un elemento importante de discriminación de la mujer y a los fundamentos de la conciliación de la vida familiar». La ertzaina está muy agradecida al apoyo recibido por Euspel en esta batalla judicial.
[Publicado El Correo, 05/03/2022]
Laboral
1 abril, 2022