La reforma fiscal que ha comenzado su tramitación en las Juntas Generales de los tres territorios vascos dará un vuelco al peor tratamiento fiscal que tienen ahora los perceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en Euskadi en relación al resto de España. De aprobarse, el País Vasco se libraría del intenso debate que se ha desatado a escala nacional ante las reticencias de Hacienda a ajustar esta vez las tablas del Impuesto Sobre la Renta para las Personas Físicas (IRPF) con la subida del SMI y evitar así que sus perceptores sufran un cargo en la nómina.
La situación actual es la contraria. En Euskadi el mínimo exento del IRPF está establecido en los 14.000 euros, lo que implica que hay retención para los perceptores del SMI, que en 2024 ascendía a 15.876 euros anuales y este año subirá entre un 3,4% y un 4,4%, según la recomendación del comité de expertos del Ministerio de Trabajo.
En el conjunto de España, en cambio, el Gobierno elevó el mínimo exento hasta situarlo justo en el SMI, es decir, los citados 15.876 euros, para evitar que los trabajadores que cobran este sueldo básico se vean penalizados.
Ahora podrían cambiar las tornas con la reforma fiscal vasca. Precisamente uno de sus principales objetivos es aliviar a las rentas bajas y por eso eleva hasta los 19.000 euros el mínimo exento para presentar la declaración de la renta. Con este nuevo umbral se calculará toda la tabla de retenciones y la bonificación por trabajo.
En el régimen común, sin embargo, podría no haber una actualización del umbral exento con la subida del SMI. Esa es al menos la intención del Ministerio de Hacienda, según se especuló en la jornada de ayer. Ante las quejas de los sindicatos y la bronca que se desató, el departamento que lidera María Jesús Montero aseguró que no hay una decisión tomada y que esperarán a conocer el alza del SMI.
[Publicado El Correo, 11/01/2025]
Laboral
28 enero, 2025