El permiso se disfrutará durante el primer año y sin coincidir con la baja de la madre.
Los hombres que quieran cuidar de sus hijos recién nacidos van a poder hacerlo con algo más de holgura en el País Vasco. La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, anunció ayer una ayuda para excedencias laborales por paternidad durante tres meses. Este permiso habrá que cogerlo dentro del primer año del bebé, pero sin que coincida con el de maternidad. Quienes hagan uso de él percibirán del Gobierno vasco un salario «equivalente al 100% de su base de cotización».
Artolazabal dio a conocer esta medida durante su intervención en el pleno monográfico sobre política familiar y el desafío demográfico que se celebró en el Parlamento por iniciativa de EH Bildu. La consejera no ofreció más detalles sobre la nueva ayuda, que figurará en el IV Plan de Apoyo a las Familias e Infancia que el gabinete vasco quiere aprobar antes del verano. Únicamente comentó que «se introducirá gradualmente», lo que hace pensar que no se beneficiará de ella todo el conjunto de nuevos padres desde el primer momento.
Con esta iniciativa, los progenitores podrán disponer de cuatro meses para cuidar de sus bebés: los tres de excedencia que abonará el Gobierno vasco, más las cuatro semanas ahora vigentes con cargo a la Seguridad Social. Si las cogen después del permiso maternal –dieciséis semanas más las de lactancia–, se garantizan que van a poder cuidar del recién nacido durante cerca de nueve meses de su vida. «Se trata de una medida alternativa a los reducidos permisos estatales de paternidad y se suma a la ya anunciada por este Gobierno para la Función Pública», resaltó Artolazabal. La consejera se refería así al permiso retribuido – en principio de 18 semanas– que tendrán los funcionarios de todas las administraciones vascas cuando entre en vigor la futura Ley de Empleo Público, otra medida inédita que dio a conocer el pasado mes de febrero como un paso a favor de incentivar la igualdad y la corresponsabilidad en la pareja.
Dado que esta mejora no es aplicable a los trabajadores de empresas privadas, el Ejecutivo ha decidido evitar la discriminación con la nueva ayuda general anunciada ayer, cuyo coste económico para las arcas vascas aún no se conoce. La base de cotización depende del nivel salarial. Cuando se ganan menos de 45.000 euros al año, se aporta en función del sueldo. A partir de esta cantidad, el tope mensual son 3.751 euros.
Dos semanas después de que miles de mujeres se echaran a la calle para, entre otras reivindicaciones, reclamar medidas en favor de la conciliación laboral y familiar, Artolazabal dio a conocer esta medida. Con este anuncio, el Ejecutivo de coalición PNV-PSE en cierto modo ‘noqueó’ la sesión monográfica sobre la baja natalidad y la necesidad de adoptar medidas para frenar el envejecimiento en Euskadi. Las más de 150 propuestas planteadas por los grupos de oposición, algunas muy teóricas, para ser incluidas en el plan gubernamental de Apoyo a las Familias pasaron a segundo plano.
Las bajas tasas de natalidad vasca –solo 1,3 hijos por mujer– y el aumento de la esperanza de vida –87 años de media para las mujeres y 81 para los hombres– suponen para Euskadi «un suicidio demográfico», dijo la parlamentaria de Bildu Nerea Kortajarena, encargada de abrir el debate. «Tenemos un gran reto entre manos como es cambiar la tendencia de natalidad por las dificultades para tener hijos», dijo. Además expresó la frustración que para muchas familias supone querer «más hijos, pero no poder dar ese paso porque no disponen de las condiciones necesarias».
[Publicado El Correo, 22/03/2018]
Laboral
25 abril, 2018