El porcentaje es muy superior al 37% de media nacional y refleja que el País Vasco no escapa a la inestabilidad
El mercado laboral sigue mostrando una elevada dosis de precariedad. Nada menos que un 44% de todos los contratos firmados en Euskadi en el primer trimestre del año tuvo una duración igual o inferior al mes, según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo (SEPE). El porcentaje es muy superior al 37% que arroja la media nacional, lo que demuestra que el País Vasco no se libra de este mal, la inestabilidad en el trabajo, pese a ser la comunidad con menor tasa de paro de España.
En concreto, entre enero y marzo se firmaron en Euskadi algo más de 100.000 contratos que vencían en menos de un mes sobre un total de 226.835. El grueso de ellos se enmarcaba dentro de ‘eventuales por circunstancias de la producción’; es decir, para atender picos de demanda o para cubrir periodos de vacaciones. Los contratos de este tipo sumaron 102.506 y la inmensa mayoría -74.278- caducaba en menos de 30 días.
Otro foco de relaciones laborales de escasa duración está en la Administración pública, ya que se registraron 14.886 contratos de interinidad para menos de un mes. El total de ellos, utilizados sobre todo para sustituir a funcionarios o mientras se resuelven los procesos de selección, ascendió a 42.551.
El tercer paquete es el de los contratos de obra o servicio. En el primer trimestre se firmaron 58.848 de esta clase y de ellos 11.242 se extinguieron en menos de un mes.
Los sindicatos denuncian que la inestabilidad es una de las causas del aumento de la siniestralidad laboral, con 11 muertes en Euskadi en lo que va de año. «La mitad de los accidentes se registran durante el primer mes de contrato. La precariedad mata», decía recientemente la secretaria general de Comisiones Obreras de Euskadi, Loli García, con motivo de la celebración este domingo del Día Internacional de la Salud Laboral.
Responsables de esta central en Madrid consideran que se debería de penalizar aún más la contratación de escasa duración y que no es suficiente el recargo aplicado desde el pasado 1 de enero. Se refieren a la medida incluida en un decreto ley del pasado diciembre aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez para incrementar del 36% al 40% la cuota empresarial por contingencias comunes para los contratos de menos de cinco días.
CC OO ha elaborado, además, un informe que demuestra que la precariedad no se circunscribe a los contratos temporales sino que alcanza también a los indefinidos. Así, según sus datos, en Euskadi un 36% de los contratos indefinidos firmados durante 2018 no seguían vigentes al finalizar el ejercicio.
Visto de otro modo, solo un 63% sobrevivió un año y apenas el 50% cumplió los dos años. En definitiva, que más vale no descorchar champán cuando a uno le hacen fijo porque ya no significa un empleo para toda la vida.
En ese punto el País Vasco no se diferencia del resto de comunidades autónomas; está igual de mal. En el conjunto nacional un 37% de los contratos indefinidos no resistieron el año, proporción que, según CC OO, es el dato más alto de la serie histórica. La supervivencia a los dos años también está en el 50% en la media de España.
Ser fijo no es para siempre
La central reconoce que la metodología para el cálculo -utiliza dos fuentes diferentes, el SEPE y la Encuesta de Población Activa- puede presentar dudas, pero sus conclusiones coinciden con las de otros informes como el del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) vasco o Lanbide. «El problema está en la poca solidez de los contratos indefinidos ya que, si estos fuesen realmente estables, en cuatro años se lograría afianzar la relación contractual de los 200.000 trabajadores temporales que hay en Euskadi», señalaba en su último análisis el servicio vasco de empleo.
Esos estudios explican la paradoja estadística de que se están firmando más contratos indefinidos que nunca -el año pasado en Euskadi se alcanzaron los 88.625-, pero la temporalidad sigue en cotas altísimas -26%-. Hasta marzo se registraron 20.560 contratos fijos en la comunidad, un 9% del total; porcentaje que, por cierto, se sitúa por debajo del 10,3% nacional.
Los sindicatos atribuyen la creciente inestabilidad de los contratos indefinidos a la reforma laboral aprobada por Rajoy en 2012, ya que abarató el despido y estableció que bastaba la caída en ventas para alegar causas objetivas. También han atribuido gran parte de la culpa al ‘contrato de emprendedores’, que permitía despedir al trabajador tras un año de prueba sin pagarle indemnización alguna. Pero solo estaba previsto mantenerlo mientras el paro superase el 15% y, además, Sánchez lo derogó en diciembre. Falta por ver qué pasa con la reforma laboral tras las elecciones.
[Publicado El Correo, 23/04/2019]
Laboral
24 mayo, 2019