Las demandas por despido presentadas en los juzgados de lo Social repuntaron con fuerza en Euskadi en el tercer trimestre. Sumaron 1.357, un incremento del 26,8% respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata de un aumento muy superior al del conjunto de España, donde se situó en el 16,2%, según los datos aportados ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El País Vasco no es la única comunidad en la que se ha producido ese llamativo repunte, pero sí está a la cabeza, solo por detrás de Extremadura (54%), Aragón (40%) y Navarra (38%). En el acumulado en el año se han presentado 3.764 demandas por despido, un 8,6% más.
Si se mantiene ese ritmo de crecimiento es posible que se alcancen las 5.000 en el ejercicio, la cota más alta desde 2014, cuando comenzó la recuperación de la economía y también del empleo. El peor registro fue en 2013: se superaron las 7.000. A partir de ahí se inició una tendencia a la baja, aunque con interrupciones como el repunte de 2017.
¿Las razones? «No lo he estudiado pero, por lógica, si hay más demandas por despido es que hay más despidos», apunta el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte. CC OO-Euskadi apunta otros posibles motivos. «Los empresarios están siendo más agresivos en la aplicación de la reforma laboral, como muestran los casos de despido por absentismo justificado, mientras que los trabajadores están perdiendo el miedo a reclamar. Se están acercando más al sindicato», indica Marcial Moreta, su secretario de Organización.
Moreta se refiere a los despidos por faltar al trabajo, aun cuando las ausencias estén justificadas, tras el aval que dio el Constitucional al artículo que recoge esta posibilidad, ampliada en la reforma de 2012. «Gran parte de las demandas suelen obedecer a que el trabajador reclama el carácter improcedente de su despido, lo que le daría derecho a una indemnización de 33 días por año trabajado frente a los 20 si es por causas objetivas», explica.
En la estadística del CGPJ hay otros datos como la evolución de los concursos de acreedores. Los de empresas bajan un 37% en el tercer trimestre hasta los 48, pero crecen un 3,8% en lo que va de año, con una suma de 218. Llama más la atención el incremento superior al 100% en los de personas físicas no empresarias, aunque su número es todavía residual: 23 en el tercer trimestre y 57 en el acumulado del año.
Un enorme potencial
El concurso de las personas físicas recibió un impulso con una normativa aprobada en 2015 para facilitar que una persona asfixiada por las deudas pueda liberarse una vez cumplidos unos requisitos, como demostrar su buena fe. Pero la norma no ha tenido el éxito esperado. «El número de personas que se acogen a esta herramienta es reducido. Pero su aumento significa que poco a poco se va conociendo su enorme potencial», apunta Aner Uriarte.
Las principales pegas para su aplicación surgen de la persona que pierde su casa, al obligar a liquidar todo el patrimonio, y también que la exoneración de la deuda no incluye a las deudas de Hacienda y de la Seguridad Social, la mayor carga para los autónomos. «Pero ha habido avances en este sentido. En julio el Supremo dictó una sentencia que da a los jueces capacidad para perdonar la deuda con Hacienda», recuerda Carlos Ais, de Iparbilbao Abogados.
[Publicado El Correo, 13/12/2019]
Laboral
30 enero, 2020